miércoles, 12 de junio de 2013

 
Autor: Luis Garcia Montero
Lo contrario de la corrupción no es el puritanismo, sino el respeto al bien público. hay mucha hipocresía en todas las democracias occidentales. Lo que agrava la situación en España no es el desprecio en secreto del bien común, sino su desprecio público. Se ha renunciado incluso a la hipocresía. Por eso gobiernan sin vergüenza, no dimiten, se presentan como salvadores de la patria y ocupan Casas Reales o cúpulas de partidos gentes descubiertas en público como mentirosos, corruptos y cobradores de dinero negro. Y al no dimitir, al llevar el vicio privado a la falta de respeto público, nos recuerdan que más que una nación somos una pandilla. En España se ha privatizado hasta la Historia al servicio de un rey y de una oligarquía económica.