miércoles, 27 de junio de 2012


Aprendamos a vivir en la incertidumbre y aprendamos de nuestros errores, cuando lo hagamos saldremos de la crisisPDFImprimirE-mail
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http://www.improntacomunicacion.com/index.php/hemeroteca/2012/junio/248-iaprendamos-a-vivir-en-la-incertidumbre-y-aprendamos-de-nuestros-errores-cuando-lo-hagamos-saldremos-de-la-crisis
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Autor: Jorge Ramos
Como el problema es el mismo, el diagnóstico sigue siendo el mismo. Seguimos en el ojo del huracán de la tormenta económica perfecta. Se mantiene la incertidumbre, pero no obstante deberíamos tener en cuenta el concepto de “sabiduría de la incertidumbre” que refleja la ventaja de aprender a vivir en la incertidumbre antes de quedarse colgado de una falsa certeza.
La realidad es tozuda. La crisis que padecemos no es más que la consecuencia de décadas de olvido de una realidad hoy en día cada vez más asumida, y es que hemos estado confundiendo durante excesivo tiempo dos conceptos y dos realidades bien distintas: el estado del bienestar y el estado del todo vale y podemos mantener para siempre  una actitud de derroche, gasto y consumo desenfrenado típicos de los nuevos ricos. Pero no ha sido así, nos equivocábamos, tanto nuestros gobernantes como nosotros los ciudadanos.
Estamos recogiendo lo que hemos sembrado con paciencia e ignorancia durante años. Nos creíamos el ombligo de Europa y nos equivocábamos porque vivíamos un sueño del que hemos despertado abruptamente. La fiesta ha terminado y ahora toca pagar. El  sueño ha terminado y ahora toca despertar. Y no podemos seguir echando constantemente la responsabilidad a otros. Si queremos encontrar las causas ¡mirémonos en el espejo porque esta crisis la hemos estado cultivando entre todos!
¿Y ahora qué? Pues ahora practiquemos la resiliencia, la actitud de responsabilidad, no solo exijamos derechos sino que también asumamos deberes, trabajemos en equipo, practiquemos el ahorro, aprendamos pensamiento horizontal, reinventémonos.

Bankia solo fue la cerilla, la pólvora fue acumulada durante años por todos nosotros y en grandes cantidades y solo faltaba la llama, fue Bankia pero pudo ser otra causa, lo que iba a pasar parecía de sentido común, solo faltaba saber cuándo y  cómo ocurriría.
La prima, el interés en mercado internacional de la deuda soberana y la volatilidad de la bolsa solo son el reflejo de la fiebre y la fiebre solo es el reflejo de la enfermedad, pero mejorar y bajar la fiebre no significa que la enfermedad curada, debemos ir a la raíz.

jueves, 21 de junio de 2012

Sobre la amnistía fiscal...


El IVA, la honra y los barcos

Autor: Segismundo Royo-Villanova (Notario)


El día 20 de junio de 2012, se ha publicado en el Diario ABC, un artículo de Segismundo Royo-Villanova, en el que el autor declara que la amnistía fiscal deslegitima el sistema.
EL IVA, LA HONRA Y LOS BARCOS

El reciente anuncio de la subida del IVA nos ha recordado que ante las críticas la amnistía fiscal, desde el Gobierno se justificó como la única alternativa a ese aumento. Ahora resulta que tendremos la amnistía y mayor IVA, pero lo más grave de la cuestión no es el cambio de criterio del gobierno, ni su posible efecto sobre el consumo. El verdadero problema viene del planteamiento inicial, que supone aprobar algo que se admite que es incorrecto (la amnistía) porque es útil (se recauda más y se evita subir el IVA). Según este razonamiento la ética es algo que se respeta si se puede, pero que en determinados casos se convierte en un lujo del que hay que prescindir, pues ya decía sir Francis Bacon hace cinco siglos que la política y la moral son muy difíciles de compatibilizar. En realidad sucede todo lo contrario, pues la convivencia social y la economía descansan sobre el armazón de las creencias comunes sobre lo que es justo o ético, y si se deslegitiman los comportamientos morales, lo que se produce es la desmoralización en todos los sentidos, y la quiebra del sistema.
La tan traída y llevada amnistía fiscal nos puede servir de ejemplo. La norma permite a los particulares aflorar dinero no declarado pagando un 10%, sin ninguna otra sanción, y a las empresas repatriar los beneficios obtenidos en paraísos fiscales pagando un 8%. Lo primero supone por tanto un perdón de infracciones e incluso delitos, y lo segundo premia la táctica de elusión con estructuras de filiales en paraísos fiscales a menudo al límite de la legalidad. La justificación es la mayor recaudación inmediata y futura, al integrar dentro de la economía formal declarantes y patrimonios que estaban fuera. Es decir que renunciamos a la honra (la ética fiscal), pero obtenemos los barcos (la recaudación y reducción del déficit). El problema es que el razonamiento no es cierto: las numerosas amnistías fiscales de distintos Estados de EE.UU. han permitido hacer estudios sobre sus efectos reales, y el resultado es que producen un incremento medio del 4,5% de la recaudación el año de la regularización, pero en cambio reducen un 3% la de todos los ejercicios posteriores. Es decir que el efecto a largo plazo sobre el déficit es muy negativo, o dicho más castizamente, que son pan para hoy y hambre para mañana. Esto es lógico pues la amnistía deslegitima el sistema y envía un mensaje de que el Estado se considera incapaz de luchar contra el fraude a través de la inspección, y también de que es previsible que haya otra en el futuro, todas buenas razones para perseverar en el fraude o iniciarse en él.
Lo interesante es que esta es la regla, pero que no todas las amnistías tienen unos efectos negativos: los mismos estudios revelan que éstos disminuyen o desaparecen si la amnistía es excepcional y se acompaña de una mayor eficiencia de la inspección y Í esto se comunica de forma convincente. Es decir que si la regularización es una medida más dentro de una política que refuerza el cumplimiento, no se desmoraliza a los cumplidores, y los defraudadores han de hacer nuevos cálculos del riesgo que llevarán a muchos a declarar. El Gobierno ha hecho manifestaciones en ese sentido, pero para que sea creíble esta posición se deben crear nuevos sistemas de intercambio de información tanto en el ámbito interno -sobre todo con las haciendas forales- como en el internacional. En la Unión Europea se debe liderar la lucha por la transparencia y la colaboración, y contra las prácticas de opacidad bancaria de determinados miembros, y establecer acuerdos bilaterales con otros países como Suiza (como acaba de hacer Alemania). El mismo esfuerzo ha de hacerse en relación con los entramados de las grandes empresas en paraísos fiscales, pues el endurecimiento del impuesto de sociedades sin hacer nada por impedir la deslocalización de beneficios llevará a mayor elusión y menor recaudación. Si no se hace esto la amnistía será un fracaso a corto plazo y un desastre a la larga. Si se refuerza el cumplimiento no solo se recaudará este año sino que se mejorará la conciencia fiscal y habrá recaudación también mañana. Aunque para ello también es necesario -y quizás utópico- un acuerdo entre los grandes partidos que establezca un marco fiscal sencillo, uniforme y estable, pero esa es otra historia. La conclusión es que en este tema, como en todos, no hay disyuntiva entre ética y utilidad, sino todo lo contrario: o hay honra con barcos, o ni barcos ni honra. Toda medida política tiene que estar fundamentada en la moral y la justicia, pues solo así será eficaz, y solo así logrará la adhesión de los ciudadanos en su aplicación. Ahora que tanto se habla del problema de comunicación del Gobierno, hay que recordar que no se trata de una cuestión de formas o de estrategia, pues solo se lidera y se convence si la acción política responde a un discurso coherente desde el punto de vista moral.
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miércoles, 20 de junio de 2012

Por la planificación de aspectos adversos de la crisis...




MARTES, 19 DE JUNIO DE 2012

Previsión en la crisis (algo más que esperar acontecimientos)

Autor: Juan B. Lorenzo de Membiela
Fuente: http://www.blogger.com/profile/17467394329998871971




..."El desempleo no afecta sólo a la persona sino al medio en el que se desenvuelve. Giddens, sobre los estudios realizados por Jahoda constata el debilitamiento de las comunidades y de los vínculos sociales: Los desempleados participaban menos en asuntos ciudadanos, se relacionan menos y visitan menos la biblioteca de su ciudad… (Jahoda, 1982).

Estos hechos, referenciales, son indicativos de las consecuencias para el hombre en su dimensión vital y política. Se auto-excluye de cualquier protagonismo ciudadano. Se aliena de su ámbito público que por Derecho natural le corresponde y, del privado o familiar, que por afecto le pertenece. Para Jouvenel, el centro de la vida política es la familia.

Tras ser erosionada por el postmodernismo, creando el llamado « hombre masa », persona sin vinculaciones espirituales y solo públicas, hundido en el hedonismo excluyente de la autocomplacencia. Pero esto pasó. Sólo la familia ha servido y sirve para afrontar desafíos inasumibles para el desempleado y también para un Estado que soporta hipotecas previas y futuras.

Bajo el conflicto o la crisis concurre la llamada « resiliencia», concepto etológico aplicado a los procesos sociales y que es definida como un proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad (Luthar, Cicchetti y Becker, 2000).

Desarrollar estrategias conductuales para promover « resiliencia » debe convertirse en objetivo de una política sanitaria previsora ante el fenómeno del desempleo, y más cuando es sistémico.
También implementarlo en programas de educación a todos los niveles para completar la formación ante un futuro en donde los caminos se desvanecen. Previsión no sólo prevención.

El desempleo, con ser grave, no justifica un sometimiento a las exigencias de un neocapitalismo alienante. Litim, de la Universidad de Paris, enumera las consecuencias de una exigencia de eficiencia y productividad extrema: cánceres profesionales, somatizaciones reactivas a un medio hostil y suicidios.

En Francia fue llamativo los numerosos siniestros autolíticos en la empresa « France Télécom» . Durante los años 2008 a 2009 la cifra alcanzó los 35, algo insólito. Hechos que siguieron durante 2010 y 2011.


La fiscalía de Paris abrió una investigación por acoso moral en abril de 2012. La Inspección de trabajo francesa analizó en su informe casos de suicidio, pero también de intentos de suicidio y de depresión que consideró causados por la política de personal del antiguo monopolio estatal francés. Presión excesiva, exacerbación de la productividad sin objetivos definidos, miedos impuestos e inducidos, incertidumbre, zozobra.


Todo ello fue originado por la necesidad de reestructurar la plantilla. Se habló de despedir a 22.000 empleados. Las estrategias consistentes en el incremento de trabajo, asumiendo diseños primitivos de gestión, típicamente asiáticos, son dedifícil implantación a quienes han asumido principios laborales por una evolución en la forma de dispensar el trabajo.

Sin una estrategia gestora del cambio, adecuada, y el uso de severas medidas de gerencia el derrumbe psicológico es unaopción probable.


Las políticas de recursos humanos han supuesto un rotundo fracaso. Muy pocos responsables son sensibles a esta situación, o porque no saben o porque no pueden , indicio de la crisis del humanismo.

Se echa en falta una planificación que palie efectos adversos « de la crisis » y « en la crisis » . La Responsabilidad Social Empresarial se ha mostrado inoperativa . El componente ecológico ha desaparecido y la sostenibilidad ya no es referente alguno. Pero el hombre es indisponible.

El Reino Unido adoptó en 2009 a través de su Ministerio de Sanidad, un plan de choque contra los efectos de la crisis a través de asistencia psicológica y médica para paliar niveles más bajos de bienestar mental. Las medidas propuestas fueron:


1. Formación de terapeutas y enfermeras para crear a finales de 2010 una red de unidades de auxilio psicológico en oficinas de empleos y ambulatorios de médicos de cabecera.
2. Creación de una línea telefónica para atender a quienes se hayan sumido en la depresión debido a problemas económicos.

Hacer las cosas debidas no impide hacer las cosas bien. Hacerlas con la integridad de la excelencia pasa por la obligación de empatizar con todo el elemento humano y prestar ayuda al más necesitado.

Hablo desde la honestidad para quienes sinceramente se hallen en encrucijadas decisivas.

Publicado por Juan B Lorenzo de Membiela en martes, junio 19, 2012"

Fuente:  http://www.blogger.com/profile/17467394329998871971 

martes, 19 de junio de 2012

Gómez de Liaño habla sobre Dívar...


La batalla del Marqués de la Ensenada; por Javier Gómez de Liaño, Abogado




El día 19 de junio de 2012, se ha publicado en el Diario El Mundo, un artículo de Javier Gómez de Liaño, en el que el autor considera lamentable cómo se ha desarrollado el episodio que concluirá con la dimisión de Dívar; además, reivindica un Consejo General del Poder Judicial que no sea un campo de batalla de los partidos políticos.
LA BATALLA DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA

La anunciada renuncia al cargo del presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo -en adelante, CGPJ y TS- bien puede ser calificada como la gran noticia judicial del año. Mas amén de grande, pudiera ser interesante plantearse la cuestión de si la noticia en es también buena o mala o puede merecer, cosa del todo improbable, ambas consideraciones al tiempo.
¿Para quién puede ser buena? En primer lugar, en su sentido más aséptico, tendría que serlo para todos. El hecho de que el mecanismo institucional demuestre su eficacia al exigir cuentas a tan alta personalidad del Estado -los supuestos de cese del presidente del CGPJ y del TS están regulados en el artículo 126 de la Ley Orgánica del Poder Judicial-, es garantía de funcionamiento del sistema jurídico, algo que a los ciudadanos debe satisfacernos. No obstante, existe otra dimensión diferente que supone una muy severa derrota para todos nosotros, omisión hecha de que, con descarada malicia, algunos responsables políticos y judiciales y de medios de comunicación quieran presentarla como una victoria de la moral pública.
En condiciones normales, esto es, si viviéramos en un país con fuerte tradición democrática, la dimisión del presidente de uno de los tres poderes del Estado no pasaría de un mero suceso: la de considerar que quien incumple los deberes del cargo tiene que expiar la falta. Pero por la misma senda el problema con el que nos encontramos es el de la perversión del sistema de gobierno del Poder Judicial, situación que nos lleva al trance de que ni podemos seguir con lo puesto ni tampoco vestir de otra manera.
En este sentido, el cese del presidente del CGPJ y del TS, según pienso, tal y como se ha producido, es una pésima noticia. No ignoro que a lo largo de su existencia, el CGPJ ha sido un órgano fácil de sucumbir en guerras políticas donde no hay sitio para armisticios, pero el espectáculo ofrecido durante el último mes a propósito de los viajes de Carlos Dívar ha sido muy triste, aunque no falten quienes opinen lo contrario con el argumento de que el vocal señor Gómez Benítez y sus copartícipes se han comportado con madurez institucional. Ser leal a un órgano constitucional significa respetar los principios de actuación por los que se rige, o, lo que es igual, dando cuenta al Pleno o, en su caso, a las comisiones reglamentarias, de cualquier iniciativa o propuesta. La colegiación es una regla en sí, algo que no puede subordinarse a la conveniencia, ni a nada, y la idea de que un vocal, por su cuenta, puede denunciar ante la Fiscalía General del Estado al presidente del CGPJ, podrá ilusionar a cierto personal ávido de emociones fuertes, a sus compañeros de partido e incluso a determinados periodistas amigos, pero no es ni moral, ni saludable.
La vocal del CGPJ Margarita Robles ha declarado que “los 5.000 jueces y magistrados que hay en España están avergonzados de lo que está ocurriendo”. Esto que la señora Robles dice, no es cierto; o, al menos, no lo es del todo, o no lo es en el sentido que ella lo expresa. La vergüenza que el escalafón entero de la carrera judicial padece es por la institución en sí misma, por un CGPJ en el que las instancias políticas que designan a sus miembros lo manchan de forma irreversible, hasta el extremo de que la independencia de los vocales está en tela de juicio durante el quinquenio que cada mandato dura. ¿Qué queremos que sienta esa gran parte de la magistratura convencida de que su carrera profesional queda en manos de un órgano confeccionado por la maquinaria de los partidos?
Desde sus comienzos hasta nuestros días, los seis consejos generales del poder judicial no han pasado de la más grotesca de las representaciones y sus vocales han sido marionetas movidas por los mandamases políticos de turno. Sí, ya sé que todos no, y unos menos que otros. Pero, en conjunto, el CGPJ ha sido, es y seguirá siendo, una trampa para confiados, pues quien lo controla sabe que domina el poder judicial. Así lleva el CGPJ 27 años; tantos como grados de confianza perdidos. Quizá este ejemplo, con otros cuantos, sea el espejo de la España judicial en la que se vive. El CGPJ podría ser más respetable de lo que merece si quienes tienen la obligación de hacerlo se propusiesen que la dignidad de la institución reemplazase al carrusel de filias y fobias en el que gira desde su constitución. Lo malo es que a estas alturas algunos sigan sin convencerse de que el edificio de Marqués de la Ensenada 8, en Madrid, no puede ser sucursal de los partidos políticos. En el mundo de la política y también en el judicial la gente sabe quién sirve para dar brillo a un órgano constitucional y quién para sacárselo a los zapatos de quienes mandan y se empeñan en marcar el camino de la justicia.
Cuando fui vocal del CGPJ, unos periodistas me preguntaron qué opinión tenía del órgano al que pertenecía. Les dije que me parecía una institución hipotensa, o sea, falta de emoción, sin pulso. Si la pregunta me la hicieran hoy, la respuesta sería otra; más dramática. El CGPJ está muy enfermo; está desahuciado; huele a hospital, tirando a tanatorio. Y lo peor es que nadie o casi nadie se da todavía cuenta de que la Justicia se contamina y pudre cuando se entrevera con la política, la ambición y las pasiones. O sea, lo mismo que el director de este periódico escribía el 13 de julio de 1998 -ya ha llovido-, cuando hablaba del “cáncer garrafal del Poder Judicial” y sentenciaba que mientras no se tenga la coherencia, el coraje y los votos para restituir el equilibrio constitucional en la elección del Poder Judicial, “el órgano de gobierno de los jueces seguirá siendo el gran foco cancerígeno del que surgen todas las metástasis que corroen a nuestra desacreditada justicia”. Siento mucho decirlo, pero tengo la sensación de que a no pocos miembros del CGPJ les pasa como a los enfermos de anorexia, que pueden estar en el lecho de muerte y siguen viéndose gordos.
En noviembre de 2008, desde estas páginas, envié a Carlos Dívar una carta abierta con motivo de su nombramiento. Hoy, cuando, según las crónicas, está a punto de renunciar al cargo repetiría muchas de las cosas que entonces le dije y añadiría alguna nueva. Por ejemplo, que nada tengo que reprocharle por lo que ha hecho o dejado de hacer en este tiempo, pues, por experiencia, comprendo lo complicado que le habrá resultado vivir en ese coso. A Carlos Dívar le contrató el presidente Rodríguez Zapatero para una feria en la que no ha sabido torear con temple y al natural a un morlaco manso y resabiado. También le diría que quizá el mayor pecado cometido ha sido no advertir que habitaba en una selva muy peligrosa a la que, para colmo de dislates, por su cuenta, pobló de individuos de pelaje muy variado, alguno con garras y pico afilados. Presiento que hoy sí es consciente de ello y que lo lamenta. Le envío mil deseos de que en un futuro próximo tenga muy poco de que arrepentirse. Sé, por experiencia que, en ocasiones, es difícil resistir, pero si las explicaciones ofrecidas sobre sus discutidos viajes -¡quién puñetas le habrá asesorado!- hubieran sido de otro tenor, tal vez habría podido soportar la deshumana presión política y mediática.
Ayer, en el Supremo se celebró el acto de apertura de los fastos correspondientes al bicentenario de la creación del Tribunal. Al encuentro, presidido por el Príncipe Felipe, asistieron presidentes de Cortes Supremas de Iberoamérica, Portugal y Filipinas, junto a relevantes miembros de la judicatura española, con los magistrados del Tribunal Supremo español a la cabeza. Hace 200 años, el 20 de junio de 1812, el primer presidente de nuestro más alto tribunal de la jurisdicción ordinaria, don Ramón de Posada y Soto, pronuncio el discurso inaugural. De él tomo prestadas estas palabras: “La justicia es la reunión de todas las virtudes, y la misma prudencia no sería de provecho sin justicia”. Luego, a renglón seguido, al referirse a los jueces, dice de ellos: “Nuestras leyes quieren que (...) sean omes buenos para mandar, é facer derecho... que los primeros y más honrados sean los que juzgan en la corte del rey (...): que sean leales é de buena fama, e sin mala cobdicia, é sabidores, é mansos, é de buena palabra á los que vinieren ante ellos (...)” [sic].
Carlos Dívar es un hombre que nació para juez y estoy seguro de que habrá de morir sabiendo qué es lo bueno y qué es lo malo, qué es lo que se puede hacer y qué es, por el contrario, lo que se debe cuidadosamente evitar. Me consta que prácticamente su vida entera ha discurrido por el diáfano sendero de la justicia y creo que este comentario que le otorgo pudiera extenderse a quienes, con la toga puesta, se obstinan en pelear por la Justicia sin volver la espalda a la independencia. Carlos Dívar no puede lamentarse de haber pasado 42 años con la ley en la mano. Y respecto al oficio que ejerció y del que está a punto de cortarse la coleta, creo que de él recibió cuanto le pidió y más, sin duda, de lo que hubiera merecido.
Nadie como un juez sabe que la vida es un raro tejer y destejer de azotes y perdones. Y nada más triste y deprimente que un CGPJ convertido en un sórdido y penoso depósito de cadáveres. Pasemos esta penúltima página de la historia del CGPJ con comedimiento y sin el menor gesto excesivo. Se ruega una oración por el alma del ajusticiado.

lunes, 18 de junio de 2012



Tres razones (y media) contra el rescate.

Autor: Agustín José Menéndez(Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de León)

El día 16 de junio de 2012, se ha publicado en el Diario El País, un artículo de Agustín José Menéndez, en el que el autor opina que el rescate sólo resolverá uno de los problemas de España, el financiero y que lo que menos necesita el país es que los gobernantes pierdan el consenso político.
TRES RAZONES (Y MEDIA) CONTRA EL RESCATE

España tiene cuatro graves problemas: económico, financiero, fiscal y político. En el mejor de los casos, el rescate sólo resolverá uno de ellos (el financiero); en el peor, agravará los cuatro.
1. La ayuda financiera prometida por la Eurozona es una medida tardía y quizás insuficiente. Llega tarde. Desde que estalló la burbuja inmobiliaria, una parte de nuestros bancos son muertos vivientes que han fingido seguir respirando gracias al maná de las operaciones de refinanciación del BCE. Quizá sea insuficiente. Que 100.000 millones de euros basten depende del tamaño del agujero. Será determinante cuánto caiga el precio de la vivienda. El reverso de que los precios no tengan (casi) techo al alza cuando se hincha una burbuja especulativa es que tampoco lo tienen a la baja cuando ésta se pincha.
2. El Gobierno ha afirmado el saneamiento del sistema financiero hará que el crédito vuelva a fluir, y de este modo se recupere la actividad económica. Los grifos del dinero volverán a abrirse, sólo que esta vez el caudal llegará a la economía real, y no al ladrillo. Asumir tal cosa implica desafiar la lógica y la experiencia. Por cuatro razones. Primera, el objeto del rescate es recapitalizar a los bancos, no aumentar el crédito. El gobierno español ha manifestado su convicción de que es necesario que los bancos aumenten su nivel de capitalización más allá de los mínimos exigidos. Lo que ineludiblemente reducirá la propensión a prestar. Segunda, todo parece indicar que las instituciones europeas y el FMI exigirán el redimensionamiento del sector financiero. Ello reducirá el crédito disponible, a menos que ese crédito llegue desde el exterior. Algo improbable salvo que se detenga e invierta el proceso de desintegración financiera en Europa (sobre el que ha llamado la atención la BCE repetidamente), y al mismo tiempo, España ofrezca oportunidades de inversión sostenibles tan atractivas como lo fuera el ladrillo. Tercera, dista de ser obvio que la mejor manera de fomentar el aumento de la actividad económica sea la barra libre de liquidez a las entidades financieras. La radical mutación del negocio financiero en estos últimos treinta años ha cambiado la forma y manera en que los bancos operan. El Banco de Inglaterra ha puesto de relieve recientemente que la contribución del sector financiero a la riqueza del país es pequeña o incluso negativahttp://www.bankofengland.co.uk/publications/Documents/speeches/2010/spee...). En el caso español, los años de la burbuja hicieron perder a muchas entidades el know-how de la valoración del riesgo crediticio. Dista de ser obvio que entidades dedicadas hasta hace poco al monocultivo de la hipoteca sean capaces de dar crédito valorando riesgos en la economía no financiera. Cuarto, aunque el crédito fluyese de los bancos a los potenciales interesados en generar actividad económica, ello no garantizaría un crecimiento económico sostenible. Asumamos por un momento (pero solo por un momento) que el modelo al que queremos parecernos es Alemania. La capacidad exportadora alemana no deriva sólo de la fluidez del crédito, sino que es resultado de variables institucionales, económicas, históricas e incluso culturales que trascienden la escasez o abundancia de dinero.
3. Este es el quinto año en que el déficit de España sobrepasa de largo el 3% de déficit. A resultas de ello, la deuda se ha embalado. Si al 79.8% proyectado para 2012 unimos el casi 10% del rescate y el 18% de las garantías al sector bancario asumidas desde 2008, estamos por encima del 100%. Nuestra montaña de deuda pública hunde sus raíces en el déficit fiscal estructural encubierto por la burbuja. Logramos mejorar prestaciones y rebajar impuestos al mismo tiempo gracias al maná de los ingresos fiscales puntuales e insostenibles que aportaba el ladrillo. Cuanto mayor era la locura, mayor era la recaudación. Cuando el tinglado se vino abajo en Agosto de 2007, al agujero estructural se unieron los costes sociales de atender a las víctimas de la crisis, los parados. Ni la mal llamada austeridad primero ni el rescate ahora resuelven los problemas estructurales de nuestro modelo fiscal. Los españoles tenemos que optar entre ser leales a nuestro Estado Social y Democrático de Derecho y pagar más impuestos, o renunciar a ese ideal y reducir la carga tributaria. Lejos de darnos tiempo para decidir, el rescate da una vuelta más a la soga fiscal que nos ahoga. Al ser el Estado español el garante último de los bancos, aumentamos la intensidad del abrazo mortal que llevan dándose Estado y bancos (hoy yo te presto a ti, mañana tú me prestas a mi). Además, si la ayuda se concede a través del Mecanismo de Estabilidad Financiera, la Eurozona tendrá preferencia sobre los nuevos acreedores de España, quienes consecuentemente exigirán más dinero por fiarnos.
4. La histórica victoria del PP en las elecciones de Noviembre de 2011 hacía pensar que España iba a gozar de una alta estabilidad política, un plus en medio de la crisis existencial de la Unión Europea. En seis meses, el Presidente del Gobierno ha dilapidado buena parte de su capital político. Por dos razones fundamentales. La primera ha sido el carácter moroso, errático y al mismo tiempo precipitado de su acción de gobierno. Las demoras a la hora de decidir se han compensado con un uso incontinente del decreto ley. La combinación de tardanza y prisa no ha aumentado la confianza ni de los ciudadanos ni de las instituciones europeas. La segunda ha sido la gestión de la relación con la UE. Se entiende mal que Rajoy hiciera de medio punto del déficit un casus belli ante la Comisión Europea, para batirse en retirada a las primeras de cambio. Se entiende bastante peor que el Gobierno se haya encastillado en la suficiencia fiscal de España para acometer la restructuración del sector financiero. Cuando la realidad rodeó al Presidente del Gobierno por los cuatro costados (como dijera Miguel Ángel Aguilar hablando de otro Presidente), Moncloa se enredó en malabarismos lingüísticos, pretendió hacer pasar por concesiones arrancadas a cara de perro lo que son los términos estándar para este tipo de programas (véasehttp://www.efsf.europa.eu/attachments/efsf_guideline_on_precautionary_pr...) y, lo que es aún peor, se ha enrocado en un optimismo suicida (hasta el punto de irse de eurocopas al día siguiente del rescate). ¿En qué posición se encontrará el Presidente del Gobierno si el Estado español sigue asfixiado fiscalmente? La falta de gravitas del domingo bien podría pasarle una altísima factura política. Y lo que menos necesita este país es que nuestros gobernantes se conviertan en tristes plusmarquistas mundiales de la pérdida del consenso político.

miércoles, 6 de junio de 2012

Fiscalidad ejemplo de impotencia y/o connivencia...



Fuente: Miguel Jiménez (elpais.com)

Las 15 preguntas clave sobre la amnistía fiscal del Gobierno.
          El plazo para acogerse a la medida arranca hoy y acaba el 30 de noviembre.
          Pueden acogerse a la medida particulares y empresas.
          El Gobierno espera aflorar 25.000 millones de dinero negro y otros bienes.

1. ¿Qué es la amnistía fiscal?

          La amnistía fiscal es una medida aprobada por el Gobierno por la cual los defraudadores de impuestos pueden regularizar su situación pagando un 10% de impuestos. El Gobierno intenta con ello reducir el déficit.

2. ¿Cuánto espera recaudar el Gobierno?

          El Gobierno ha presupuestado unos ingresos de 2.500 millones de euros por la amnistía fiscal, lo que supone que aflorarían 25.000 millones de euros de dinero negro y otros bienes no declarados.

3. ¿Cuándo puede uno acogerse a la amnistía fiscal?

          Las empresas y contribuyentes pueden beneficiarse de la medida del Gobierno desde 4 de junio de 2012, en que se publica la orden en el Boletín Oficial del Estado, hasta el 30 de noviembre de este año, en que acaba el plazo.

4. ¿Quiénes pueden beneficiarse de la amnistía fiscal?

          La amnistía está abierta tanto a particulares como a empresas. Según la norma, podrán presentar la declaración tributaria especial los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, del Impuesto sobre Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que sean titulares de los bienes o derechos cuya titularidad se corresponda con rentas no declaradas.

5. ¿Y si los bienes a declarar están a nombre de un testaferro?

          Hacienda permite también acogerse a la amnistía fiscal en estos casos, siempre y cuando los bienes se pongan a nombre del auténtico titular antes de finales del año que viene. "Cuando el titular jurídico del bien o derecho objeto de la declaración tributaria especial no resida en territorio español y no coincida con el titular real, se podrá considerar titular a este último siempre que llegue a ostentar la titularidad jurídica de los bienes o derechos con anterioridad a 31 de diciembre de 2013. Se considerarán titulares reales las personas físicas o entidades que tengan el control de los bienes o derechos a través de entidades, o de instrumentos jurídicos o de personas jurídicas que administren o distribuyan fondos", dice la norma de hoy en su artículo 2.

6. ¿Se conocerá quiénes se acogen a la amnistía?

          No, el artículo 7 de la orden de Hacienda establece que "los datos relativos a la declaración tributaria especial obtenidos por la Administración tributaria tienen carácter reservado".

7. ¿Qué bienes y derechos se pueden declarar?

          Todos. Según la norma, "podrá ser objeto declaración tributaria especial cualquier bien o derecho cuya titularidad se corresponda con rentas no declaradas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, del Impuesto sobre Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de no Residentes". En concreto, el modelo 750 de declaración tributaria especial contempla siete partidas: 1. Bienes inmuebles. 2. Bienes y derechos afectos a actividades económicas, excepto inmuebles. 3. Depósitos en cuenta corriente o de ahorro, a la vista o a plazo, cuentas financieras y otros tipos de imposiciones en cuentas. 4. Valores representativos de la cesión a terceros de capitales propios. 5. Valores representativos de la participación en los fondos propios de cualquier tipo de entidad. 6. Efectivo. 7. Restantes bienes y derechos.

8. ¿Qué antigüedad deben tener los bienes y derechos a declarar?

          Los bienes o derechos que se declaren deberán haberse adquirido por el declarante, con carácter general, en una fecha anterior a 31 de diciembre de 2010, y se valorarán por su valor de adquisición, salvo en el supuesto de cantidades depositadas en cuentas abiertas en entidades que se dediquen al tráfico bancario o crediticio en las que con carácter general se tomará en consideración su importe en la citada fecha. Sin embargo, para el dinero en efectivo, el Gobierno se fiará plenamente de los defraudadores y bastará con que declaren que lo tenían antes del 31 de diciembre de 2010 y lo ingresen ahora en una cuenta bancaria.

9. ¿Pueden beneficiarse los que estén siendo investigados?

          No. Según la norma, el titular real de los bienes o derechos que se correspondan con las rentas no declaradas no podrá presentar la declaración tributaria especial cuando previamente se haya iniciado un procedimiento de comprobación o investigación respecto de él o del titular jurídico de dichos bienes o derechos. Las cantidades de dinero en efectivo se valorarán por el importe que se deposite en una entidad de crédito antes de declararlas.

10. ¿Por qué importe se declaran los bienes?

          Con carácter general, por su valor de adquisición. Las cantidades depositadas en cuentas abiertas en entidades que se dediquen al tráfico bancario o crediticio se declararán por el importe total del saldo a 31 de diciembre de 2010

11. ¿Cuántos impuestos hay que pagar?

          La cuantía a ingresar será el 10% del importe declarado. Algunas firmas de inversión y despachos de abogados recomiendan a sus clientes estudiar la opción de la regularización sin acogerse a la amnistía. En determinados casos, como solo no han prescrito los impuestos a pagar de las rentas de los últimos cuatro ejercicios, la cuantía a pagar por las rentas no declaradas puede ser inferior al 10% del capital total.

12. ¿Cómo puede uno acogerse a la amnistía fiscal?

          Hacienda ha aprobado y publicado, con fecha 4 de Junio de 2012, en el Boletín oficial del estado los modelos de declaración, que serán el modelo 750 (autoliquidación) y el modelo D-750 (relación de bienes y derechos). Los citados modelos estarán disponibles exclusivamente en formato electrónico y su presentación e ingreso se realizará por vía telemática.

13. ¿Quién puede presentar la declaración?

          La presentación de la declaración tributaria especial por vía telemática a través de Internet podrá ser efectuada bien por el propio declarante o bien por un tercero que actúe en su representación.

14. ¿Qué requisitos deben cumplirse?

          El declarante deberá disponer de Número de Identificación Fiscal (NIF) y estar identificado en el Censo de Obligados Tributarios. Deberá tener instalado en el navegador un certificado electrónico X.509.V3 expedido por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda o cualquier otro certificado electrónico admitido por la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Para efectuar la presentación telemática, el declarante, o, en su caso, el presentador, deberá cumplimentar y transmitir los datos del formulario, ajustado al modelo 750, que estará disponible en la sede electrónica de la Agencia Estatal de Administración Tributaria en Internet, dirección electrónica https://www.agenciatributaria.gob.es.

15. ¿Cómo se efectúa el pago?

          La transmisión telemática del citado modelo deberá realizarse en la misma fecha en que tenga lugar el ingreso resultante del mismo. No obstante lo anterior, en el caso de que existan dificultades técnicas que impidan efectuar la transmisión telemática de la declaración en la misma fecha del ingreso, podrá realizarse dicha transmisión telemática hasta el segundo día hábil siguiente al del ingreso. Todo ello, dentro del plazo que arranca hoy y acaba el próximo 30 de noviembre. El declarante o presentador se pondrá en contacto con la entidad de crédito que actúa como colaboradora en la gestión recaudatoria (bancos, cajas de ahorro o cooperativas de crédito) por vía telemática, de forma directa o a través de la Agencia Tributaria o bien acudiendo a sus oficinas, para efectuar el ingreso correspondiente. También puede realizar el pago por internet a través de la Agencia Tributaria en la dirección https://www.agenciatributaria.gob.es, utilizando su firma electrónica y, dentro de la opción de Pago de impuestos- Autoliquidaciones, seleccionar uno de los medios de pago ofrecidos (pago mediante cargo en cuenta o pago con tarjeta)
Fuente:Miguel Jiménez (elpais.com)

lunes, 4 de junio de 2012

La cultura de la corrupción...


La cultura de la corrupción


La estrategia de Dívar para eludir la dimisión es inaceptable

No está científicamente demostrado que el ser humano lleve el gen de la corrupción en su mapa genético. Sin embargo, debemos admitir que todos somos potencialmente corruptibles. Solo los principios éticos y las convicciones democráticas nos pueden inmunizar contra esta plaga. Las sociedades tolerantes con un alto índice de corrupción se deslizan peligrosamente hacia el descrédito internacional. La honestidad y la transparencia en el manejo de lo público han sido y son valores revolucionarios.
Todos los corruptos consideran los fondos públicos como un patrimonio que se puede gastar indebidamente y sin rendir cuentas a nadie. Disponen del dinero público sin miramientos y no admiten críticas ni limitaciones a su omnipotencia. Si estas premisas son ciertas las conductas que se atribuyen a Carlos Dívar podrían ser incluidas en el catálogo de los comportamientos corruptos. Como persona tiene un problema que debe dilucidar cuanto antes. Pero es que, además, el ciudadano Dívar es presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial por lo que el problema lo tenemos todos.
El ciudadano Dívar interpelado por los vocales del Consejo General del Poder Judicial sobre sus retiros de fin de semana a Marbella ha contestado altaneramente que sus viajes son de carácter reservado por lo que no tiene que explicárselos a nadie. Al parecer estima que los ciudadanos que pagan sus impuestos para el mantenimiento de las cargas públicas deben soportar impertérritos que la cabeza visible del Poder Judicial se dé a toda clase de lujos; escoltas excesivos, vehículos a plena disposición y gasto, facturas de restaurantes sin más limitación que su omnímoda voluntad, suites en hoteles de cinco estrellas y contactos en la más estricta reserva.
A muchos nos llama la atención el silencio sepulcral del Tribunal Supremo que Dívar preside. Más allá de una posible molestia por el comportamiento de su presidente, exteriorizada en la frialdad del trato, deben reconocer que sus actividades lúdicas y despilfarradoras impactan también sobre la dignidad del cargo que ostenta en el Poder jurisdiccional. ¿Se ha reunido la Sala de Gobierno para tratar del caso y exigirle explicaciones?

El ciudadano asiste estupefacto al espectáculo de la prestidigitación interpretativa de las normas penales
En su patética huida hacia el abismo el presidente Dívar alega, sin rubor, que aprovechaba las estancias en Marbella para mantener contactos con personas pertenecientes a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. ¿Cuál era la finalidad de estas secretas convenciones? Solo Dios y Dívar lo saben. Si el ministro del Interior, que algo debe conocer del funcionamiento de los cuerpos de seguridad, está al corriente debe salir a la palestra y tranquilizar a los españoles.
Algunos personajes de la vida judicial y política de nuestro país siempre pensaron que acceder a una vocalía del Consejo General del Poder Judicial era una prebenda que proporcionaba un sueldo, ligeramente superior al de los Magistrados del Tribunal Supremo, acompañada del boato y esplendor que proporciona un automóvil de alta gama, escolta y una absoluta e incontrolada posibilidad de disponer del dinero público para viajes oficiales. Además, desde hace unos años la línea de separación entre viaje oficial y desplazamiento personal se ha difuminado hasta desaparecer de la contabilidad oficial.
El conflicto de intereses entre lo público y lo privado viene de atrás y no sería justo cargárselo en exclusiva al actual Consejo. El sistema se pervirtió cuando las dietas que cubrían los gastos del vocal viajero no daban para cubrir los fastos suplementarios. Las dietas se sustituyeron por el pago íntegro de los gastos del viaje oficial, aunque los justificantes contuvieran partidas tan llamativas como 400 dólares de lavandería en países latinoamericanos.
La estrategia de Dívar para eludir la dimisión es inaceptable. Se escuda en la decisión del Fiscal General del Estado de no abrir la vía judicial por estimar que estos gastos no constituyen una malversación de caudales públicos. La sorpresa de los ciudadanos no ha sido calmada por explicaciones y actitudes posteriores. Una vez más, el ciudadano asiste estupefacto al espectáculo de la prestidigitación interpretativa de las normas penales. No se sabe lo que es más escandaloso, si legitimar el despilfarro de fondos públicos cubriéndolo con tiritas administrativas o cercenar la investigación sin llegar al fondo y sin que el implicado facilite explicaciones públicas sobre su conducta.
Respeto profundamente la intimidad de las creencias personales, pero en este caso es el personaje en cuestión el que se encarga de airearlas sin recato. Los que conocemos hace tiempo al ciudadano Dívar sabemos que su personalidad se nutre de la mística a cuyos padres fundadores cita con frecuencia en los discursos oficiales. Lástima que no haya impregnado su cultura en la sobriedad de los ascéticos. Si es coherente con las creencias que exhibe, su única salida pasa por pedir excusas y devolver los caudales públicos que ha gastado en sus estancias de lujo y esplendor en la costa de Marbella, con prolongaciones a Marruecos, según consta documentado.
El abismo entre la ética de la sociedad civil y la valoración jurídica de unos hechos de esta naturaleza amenaza con romper la cohesión necesaria entre los ciudadanos y el Estado. Ya sabemos que la ética y el derecho penal se sitúan en planos distintos pero no pueden alejarse tanto que se pierdan de vista el uno al otro. La decencia y la normalidad democrática solo pueden ser restauradas con su renuncia al cargo de presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.
Jose Antonio Martin Pallin, abogado, es magistrado emérito del Tribunal Supremo y comisionado de la Comisión Internacional de Juristas (Ginebra).
Fuente: http://elpais.com/elpais/2012/05/28/opinion/1338224567_710296.html